martes, 14 de mayo de 2013

ME LLAMO ERIC Y SOY UN VAMPIRO


Me llamo Eric y soy un vampiro. 

Sí, ya sé que los vampiros están muy vistos, sobre todo en los últimos tiempos, que se han puesto de moda y aparecen por todas partes. 
Tal vez por eso pueda pareceros un oportunista. 
Con todo, aunque existen montones de series, pelis y libros dedicados a nuestro mundo, se cuentan demasiadas mentiras como para que podamos sentirnos orgullosos.

De ningún modo somos esos blandengues enamoradizos que corren tras las piernas de cualquier aburrida humana, ni tenemos esa apariencia física de galán trasnochado con la que nos representan en las crónicas vampíricas. 

Porque los vampiros somos, aunque nos cueste reconocerlo, más bien feos, hasta desagradables a la vista. 
Si bien en nuestra defensa podría argumentar lo siguiente: Con la mano en el pecho, decidme,

¿cómo estaríais vosotros si tuvierais que subsistir únicamente a base de sangre?

No es que me queje; en realidad, me encanta ser vampiro, pero también me joroba cantidad el trato que nos dispensan los humanos: o somos héroes o somos villanos. No hay término medio. 
Sin embargo, hay decenas, cientos de cosas que no sabéis de nosotros. 
Y, aun a riesgo de parecer pretencioso, he venido hasta aquí para dejar el pabellón bien alto. 
Quizás destapando algunas de nuestras intimidades logremos sorprenderos.
Pero, antes, debo saber... 
...¿Sois capaces de guardar un secreto?


DONAIRE GALANTE

martes, 30 de abril de 2013

¿POR QUÉ NOS GUSTA EL TACTO DE LOS LIBROS?


Del mismo modo que necesitamos tocar a las personas, disfrutamos acariciando los libros.

Sus páginas, en esa suerte de intimidad que se crea durante la lectura, se convierten en aliadas del autor en su objetivo de hacernos llegar un mensaje.
Mientras saltamos de un folio a otro, deslizando nuestros dedos sobre el papel, podemos experimentar en nuestra propia piel la rabia, el deseo, el anhelo.
Somos capaces de vibrar ante una declaración de intenciones largamente contenida, de dejarnos sacudir por un terremoto en una isla perdida en medio del océano o permitir que la intensidad de la marea del desamor nos arrastre hacia el vacío de una noche sin fin.
Si los corazones de los protagonistas se encienden impelidos por las pasiones que el escritor ha puesto en ellos será el nuestro mismo el que lata con vocación de romper las paredes de la cavidad torácica que lo contiene.
Al permitir el contacto, el libro se entrega como el amante apasionado. Sin condiciones ni reservas. 
Al palparlo, nos introducimos en sus entrañas, desgranando los misterios que oculta a simple vista.
Percibimos el perfume del mar, el del carbón, el olor a desilusión o el de un éxito abrumador. 

Ni siquiera sospechábamos que existieran antes de haberlos leído, pero ahí están, traspasando la frontera de la imaginación, tal como los describe su creador.
Como también están el sabor amargo de la derrota, el del dolor, o el agridulce de una canción con nombre de melancolía.
Cualquiera puede hacerse realidad por encima de las letras.
Es la magia de la lectura, tradicional o digital, la que logra materializar cada uno de estos sueños.
DONAIRE GALANTE

sábado, 13 de abril de 2013

JOSE LUIS SAMPEDRO


 “La vida es un arder y el que no arde no vive”.

Era cercano, amable, y sus grandes ojos se paseaban curiosos de aquí para allá, tomando nota de cuanto acontecía alrededor. Igual que un silencioso búho.

jueves, 21 de marzo de 2013

CAFÉ OLÉ


Doña Rosa va y viene por entre las mesas del Café, repartiendo besos y claveles como si de una artista de cabaré se tratase. 
Desde el rincón le sigue la pista Octavio. En la mano un puro rancio y en la mirada una advertencia: esa mujer le pertenece y, si alguno osa disputársela, está dispuesto a arrancarle el alma de un mordisco.
En la barra discute Marcelo con Juancho “El rayas”. Política y vino forman mala combinación, aunque más de uno se empeñe en arreglar los desarreglos de los de arriba y sacar al país de la ruina.
Justo cuando hace su entrada triunfal Maruja, la niña de la voz de ángel, agota su última flor Doña Rosa. Es tiempo de dar paso a la juventud, y la niña dirige el paso hacia el tablao. 
Grácil como una pluma, con ojos curiosos aunque experimentados, deja caer la vista sobre el público que, rendido a su arte, aguarda el comienzo de la función.
Divisa Maruja a Octavio, hipnotizado desde hace rato por su nubilidad, y le lanza un ósculo. 
Malinterpreta el gesto Doña Rosa y se lanza furiosa hacia el escenario. Marcelo, Juancho y tres clientes más tratan de separarlas, pero sólo consiguen llevarse unos cuantos arañazos y un manojo de cabellos desgreñados.
Desde el rincón, contempla Octavio el espectáculo, al tiempo que apura los restos de un cigarro trasnochado.

DONAIRE GALANTE

jueves, 7 de marzo de 2013

EL MAGO DE OZ

¿CUENTO PARA NIÑOS O FÁBULA PARA ADULTOS?

Cuenta L. Frank Baum en la introducción a la primera edición del libro, allá por el año 1900, que pretendió "complacer a los niños" de su época, fabricando "un cuento de hadas modernizado, en el que se mantienen la alegría y la fantasía y se suprimen las penas y pesadillas".

jueves, 21 de febrero de 2013

ARTURO PÉREZ-REVERTE

¿VALIENTE O TEMERARIO? ¿HÉROE O VILLANO?
Admirado y odiado a partes iguales, 
Pérez-Reverte se mueve con soltura en el espinoso terreno de la crítica política y social.
Igual que un Robin Hood del siglo XXI, quita y reparte, porque tiene para todo el mundo.
Si efectivamente posee patente de corso, como presume en su columna semanal, ha de tratarse de un documento expedido a instancias de su voluntad de justiciero.
Podría achacársele que, desde la inmunidad que otorga haberse convertido en un superventas, resulta más cómodo esgrimir cierta clase de argumentos.
Pero lo cierto es que Pérez-Reverte lleva más de veinte años levantando la espada de Damocles; concretamente, desde que allá por el año noventa y tres abandonase el programa Código Uno de RTVE por considerar que contenía "basura".
Directo, independiente, con un humor ácido y dominio de la ironía, si goza de una posición privilegiada en el mundo de la cultura y el arte es gracias a una dilatada trayectoria jalonada de éxitos.
Novelista y articulista, quizás su criatura mejor ponderada haya sido Alatriste
Al respecto, es justo atribuirle el mérito de haberle dado vida a uno de esos personajes literarios que terminan por desligarse de su creador, resueltos a caminar solos en el difícilmente conquistable universo del lector medio. 
Alatriste, como su autor, disfruta por méritos propios de un lugar destacado en la historia de nuestra Literatura más reciente. 
Y, como digno representante de muchas de las virtudes y defectos de sus compatriotas, lo admiramos en la misma medida que al escritor que nos lo regaló.
DONAIRE GALANTE

jueves, 7 de febrero de 2013

EL SECRETO DE LA SANTA HERMANDAD



           Lo guardé cuidadosamente bajo la saya antes de abandonar el monasterio. El viaje que me aguardaba era largo y tortuoso. Apenas contaba con unas pocas monedas para llegar a mi destino y muy poca ayuda, pues todos mis compañeros habían desaparecido a manos de la Santa Hermandad. 
Si lograba mantener el manuscrito a buen recaudo hasta alcanzar el otro lado del río aumentarían mis posibilidades de sobrevivir. Conocer un secreto de tanta magnitud significaba arriesgar la vida, especialmente cuando la intención era llevármelo a la tumba.
      Atravesé el jardín con sigilo. Los religiosos dormían. El silencio nocturno era sólo interrumpido por el graznido ocasional de las lechuzas o el canto de grillos y chicharras. 
“Lo lograré”, me repetí mientras avanzaba en dirección al bosque. Con aquella indumentaria jamás me reconocerían. “Además, una mujer jamás levantará sospechas entre los habitantes de la comarca”.

DONAIRE GALANTE