martes, 18 de octubre de 2011

EL GLAMUROSO OFICIO DE ESCRITOR

¿Inspiración o disciplina?
¿Cuántas horas de trabajo diario son precisas para concluir con éxito una novela?
¿Ha de tener el autor una sede física para llevar a cabo su tarea?
¿Se parte necesariamente de una experiencia previa o es la imaginación la que sostiene el hilo argumental de su obra?

Muchas y obligadas son las preguntas que, al pensar en la profesión de escritor, acuden a nuestra mente.
No obstante, las respuestas son difícilmente generalizables pues existen tantas y tan diversas como clases de escritores hay.

¿Cómo es el escritor típico? ¿Es ese personaje atormentado, depresivo hasta promover su propia tragedia personal al estilo de Hemingway, Larra o Virginia Woolf? Es posible que lo asociemos a ese iracundo culto y resabiado aquejado de diarrea verbal en la línea de nuestros inolvidables Cela o Umbral. O, por el contrario, que imaginemos a un tímido incorregible alérgico a la fama hasta rozar lo enfermizo como J. D. Salinger o Harper Lee.

No hay un prototipo de escritor como no hay una literatura única. Existe el apacible contador de historias que ejerce de guía espiritual llevándonos de la mano hacia la prometida liberación. Es el caso de autores como Coelho, Bucay o Joan Brady, gurús de la felicidad soñada. También están el bohemio, el díscolo, el aventurero (Salgari, Verne, Twain), el de orígenes humildes (Miguel Hernández, Rubén Darío) frente al bien situado o de buena familia (Scott Fitzgerald, Tolstói); los hay que fueron aburridos empleados burocráticos antes de dedicarse en exclusiva a la escritura como Kafka, o los que ejercieron oficios de lo más variopinto para sobrevivir hasta que despuntaron en el panorama literario (Jack London, Orwell, Gorki).

Multitud de personalidades, tantas como estilos, y diferentes modos de acometer su trabajo.
Lo que los une a todos, sin embargo, es la capacidad para transmitir y esa facilidad para convertir mediante simples palabras una idea en una historia maravillosa.
Crear mundos paralelos al nuestro en los que perderse cuando nuestras propias circunstancias nos superen es lo que otorga glamour al celebrado oficio de escritor.

18 comentarios:

  1. Hola Donaire, me gusta tu escritura y te sigo aunque sea la primera vez que comento.
    ¿Sabes? A mí me encanta escribir, me ha encantado siempre. Sin embargo mi introversión ha hecho que en la mayoría de los casos mis escritos hayan acabado en la papelera. Desde hace un tiempo esto ha cambiado. Me siento bien con lo que escribo porque me libera. No sé qué tipo de escritor soy, no puedo saberlo...aún . Lo que sí es cierto es que a través de mis relatos, más o menos largos, siento que mi comunicación con el mundo mejora y eso ya es bastante, eso ya es mucho.
    Seguiré leyéndote y participando en tu blog.
    Un abrazo

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  2. Le tengo mucho respeto al escritor/a creo que es dificil saber desarrollar un pensamiento, un color ,un numero, un olor, un sentimiento, etc etc.. sin caer en lo vulgar o en un relato sin contexto ni final.

    Me gusta como escribes, con tu permiso me quedarè por aqui para seguirte.

    un fuerte saludo.

    fus

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  3. hl, compañero!
    lo q me cuentas es muy bonito y además encaja a la perfección con el espíritu de escritor. Me honras con tus visitas, q desconocía. Espero q alguna vez te identifiques, también es una forma muy eficaz de superar esa timidez q dices q tienes. Yo tb sentí eso una vez, esa inseguridad, ese temor a "dejarme ver" a través de mis escritor pero, como bien dices, es muy liberador "echarlo para afuera" y te animo a seguir haciéndolo.
    Gracias por pasar por aquí, te sigo esperando,
    DONAIRE GALANTE

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  4. Muchas gracias, Fus!
    por aquí eres siempre bienvenido
    un abrazo

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  5. Creo que era Cela el que decía que a la inspiración se la espera trabajando. Imagino que habrán casos.

    Buena entrada. Un abrazo

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  6. Imagino al esccritor como bien ha dicho Javir, trabajando, al contrario de lo que me pasa a mí que llevo dos años con la idea, esperando para arrancar y ahora me olvido, acabo de apuntarme al curso de acceso a la UNED para ancianos.
    Un abrazo

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  7. Buenas, Javir
    El ponerse a la tarea ayuda a q la nspiración se pase de vez en cuando, pero si se ha ido de vacaciones no hay manera, por mucho q lo dijeran Cela y Picasso.
    un abrazo

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  8. jejeeee Pues nadie lo diría, Jose Antonio, después de darse una vuelta por tu blog. ¡No me digas q son entradas basadas en escritos de otro tiempo q no te creo!
    Hay momentos en q todos nos deberíamos apuntar a alguno de esos cursos.
    un abrazo, yo te veo demasiado lúcido (y lucido también)

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  9. interesante apunte, Donaire, es cierto, supongo que no hay fórmulas, y que el secreto es inspiración más transpiración, ese misterioso compendio entre la voluntad y la imaginación.
    saludos blogueros

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  10. Hl, Jose Antonio!
    Estoy de acuerdo, una combinación de trabajo y aportación de las musas es lo ideal, aunq cada escritor tendrá su porcentaje de reparto particular.
    un saludo!

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  11. Hay de todo como en cualquier oficio. A mi desde luego me parece una tarea dificilísima. Besos.

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  12. Pues sí, Cris, es verdad, en todas las profesiones hay distintos modos de ejercer. Tb es difícil conseguir q un plato quede lo suficientemente rico!!
    besos para tí tb

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  13. Hola Donaire.
    Yo tengo mucha inspiración... demasiadas ideas para tan poco tiempo. Además creo que hay que saber algo más que tener estudios básicos para escribir bien. A veces pienso que me gustaria tener una persona eficiente tipo secretaria que fuera escribiendo todo lo que me pasa por la cabeza.... cuando me toque la primitiva!
    Un abrazo

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  14. hl,Andrés!
    Bastante escribes ya en tus blogs, donde siempre te muestras inspirado al máximo. por cierto q los sigo habitualmente, aunq en alguno me resulta imposible dejar comentarios. Algo debe tener mal configurado, a ver si me ilustras!
    un abrazo

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  15. ¡Interesante!
    Personalmente me gusta escribir y disfruto mucho de éste oficio, que sin duda no ha de ser fácil, aunque todo el mundo escriba, cabe destacar que para llegar a otros es necesario leer mucho, conocer, experimentar, formarse, y a partir de allí recrearse . No existen fórmulas ni prototipos, para mi lo importante de todo escritor es que su tarea la lleva a cabo poniendo el alma, la vida y el corazón.
    Me gustó mucho!!!

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    1. Tienes toda la razón, Cintia Daniela. Sólo de ese modo se consigue llegar al lector, que es mucho más listo que nosotros. Si uno le pone alma difícilmente defraudará.
      Gracias por la visita y por los comentarios, un abrazo.

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  16. Te invito a leer mi blog: http://nomenclaturadelalma.blogspot.com.ar/

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    1. Me gusta mucho, y si te parece bien lo incluyo en mi lista de blogs de interés para que mis amigos y seguidores tengan acceso a él.
      Un saludo y seguimos en contacto.

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