jueves, 21 de junio de 2012

AQUELLA MÁGICA LIBRERÍA


En casa de la abuela había una de esas librerías de biblioteca antigua que destilan maneras misteriosas. 
A pesar de contar entre sus estantes con polvorientos libros y volúmenes descatalogados de incalculable valor, acumulaba también ejemplares novedosos adornados con portadas coloridas y rellenos de cientos de hojas de excepcional blancura.
            Tenía la librería un olor incomparable, a rancio y madera de pino, que inundaba la sala durante todo el día, y en una de sus esquinas superiores escondía una extraña inscripción a la que resultaba imposible acceder sin la ayuda de alguna escalera de mano.
            La abuela se había encargado de mantenerlas todas lejos de nuestra vista. A salvo quedaban también las novelas de Julio Verne, con las que solía fantasear sobre su identidad, y que descansaban sobre la balda superior.
            Una tarde, sin embargo, alguien dejó olvidado un taburete cerca de la librería y no tardamos en abalanzarnos sobre él para comprobar con nuestros propios ojos que el grabado hacía alusión a un suculento tesoro escondido en la famosa y distante isla de Cantamás.
            Desde aquel día concentramos nuestras energías en organizar una expedición a la isla, capitaneados por la abuela y cargados con algunos de aquellos ejemplares de la librería que hacían alusión a viajes extremadamente peligrosos o a las aventuras más arriesgadas emprendidas por jóvenes curiosos e intrépidos. 

DONAIRE GALANTE

12 comentarios:

  1. Hola Donaire.
    Me has recordado que en anterior piso de mis padres se quedo la colección de libros de Julio Verne y nunca les he preguntado que ha sido de ella... quizás esté en una biblioteca, en unatienda hde libros, en un viejo armario fuera de la vista de los curiosos... que cantidad de aventuras hay en esas páginas!
    Un abrazo

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    1. Tremendas aventuras, ya lo creo. Pues donde quiera que estén, les deseamos que por muchos años más deleiten a los lectores que se aproximen a descubrir las maravillas que encierran.
      abrazos, compañero.

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  2. El abuelo seré yo, lego a mis descendientes una estantería llena de mil sueños
    Un abrazo

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    1. Bonito legado, inmejorable regalo para tu prole.
      Un abrazo, o dos si gustas.

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  3. Un taburete, un libro escondido...y una abuela capitaneando una expedición a una isla mágica...Díselo a Google, lo vuelves loco. Por esa falta de imaginación.

    Un abrazo

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    1. Pues en nuestra comunidad bloguera seguro q encuentra más de una idea. Abrazos

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  4. Que bueno es reencontrarse con libros de nuestra infancia. Hace poco me encontrè con LE PETIT PRINCE...un fuerte saludo

    fus

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    1. Maravillosos reencuentros, Fus.
      Saludos, y gracias por pasar.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Ahora con tanto tecnología desaparecerán la librerías de antaño, que parece que todas la abuelas tenían ¿verdad? Por desgracia, desde mi punto de vista, sé que para algunos no es importante pero nuestros nietos, solo encontrarán en un cajón olvidado un solitario, inoloro, insignificante y frío pendrive lleno de libros electrónicos. Un abrazo.

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  7. Excelente, lo pongo en mi blog sobre Jules Verne http://julesverneastronomia.blogspot.com

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    1. Me alegro de que te guste, Allan. Estás invitado a mi blog siempre que gustes. Un saludo.

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