Lo guardé cuidadosamente bajo la
saya antes de abandonar el monasterio. El viaje que me aguardaba era largo y
tortuoso. Apenas contaba con unas pocas monedas para llegar a mi destino y
muy poca ayuda, pues todos mis compañeros habían desaparecido a manos de la
Santa Hermandad.
Si lograba mantener el manuscrito a buen recaudo hasta
alcanzar el otro lado del río aumentarían mis posibilidades de sobrevivir.
Conocer un secreto de tanta magnitud significaba arriesgar la
vida, especialmente cuando la intención era llevármelo a la tumba.
Atravesé el jardín con sigilo. Los
religiosos dormían. El silencio nocturno era sólo interrumpido por el graznido
ocasional de las lechuzas o el canto de grillos y chicharras.
“Lo lograré”,
me repetí mientras avanzaba en dirección al bosque. Con aquella indumentaria
jamás me reconocerían. “Además, una mujer jamás levantará sospechas entre los
habitantes de la comarca”.
DONAIRE GALANTE
Hola Donaire.
ResponderEliminarEl secreto? el nombre del nuevo Papa?... ya comienzan las apuestas :)
Un abrazo!
Cierto, poco falta para q estrenemos.. a ver si éste nos dura un poco más, aunque no creo q nos arregle mucho el panorama, un abrazo.
EliminarQue secreto queria guardar?...me ha gustado .
ResponderEliminarun abrazo
fus