O el hombre que supo hacer de su delirio poesía.
“Alguna gente no enloquece nunca.
Qué vida verdaderamente horrible deben tener”.
Irreverente, canalla, políticamente incorrecto, aficionado a
la bebida y a los excesos.
Su gusto por contravenir las normas y plantearse los por qué
de lo establecido le han generado millones de admiradores a lo largo y ancho del
Planeta, especialmente entre los jóvenes lectores.
Bukowski seduce. Enamora.
Y no es sólo porque se haya convertido en paradigma de rebeldía
y movimiento. No hay censura que no franqueara el autor estadounidense. También
en lo que se refiere a su creatividad no conoció fronteras. Su habilidad en el
manejo del lenguaje lo sitúa a la cabeza de los escritores más afamados. En
medio de la depresión, del alcohol y la miseria, logró triunfar su talento.
Trabajó un nuevo concepto de poesía, de literatura, con
temáticas
urbanas y marginales. Considerado símbolo del realismo sucio, utilizó
un estilo agresivo, obsceno y, en ocasiones, rayano en lo violento.
Siempre directo, Bukowski nos traslada un mensaje de alto
contenido autobiográfico. Desde su primera novela, El cartero, hasta la última Pulp,
se manifiestan rasgos de lo que fue su vida matizados con ese tono cínico que solía
imprimir a sus escritos.
Genio maldito o simple exhibicionista literario de corte
soez, ha tenido defensores y detractores en igual proporción. Su principal
mérito radica, sin embargo, en el hecho de no dejar indiferente a público y
crítica.
Tienes un blog muy interesante y gracioso.
ResponderEliminarFelicidades y felicitaciones.
Me alegro de que te guste, Marta Alicia. Estás invitada siempre que te apetezca. Un cordial saludo.
EliminarCada vez escucho mas cosas sobre el autor, igual me animo. besos.
ResponderEliminarNo lo he leído. Un abrazo.
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