Las horas se cantan por soleá donde yo vivo. Más allá del río, en un
rincón donde la esperanza es un rostro de virgen además de un sentimiento y los
versos se adornan con compases de guitarra y quejíos, allí construí yo mi nido.
Desde mi atalaya dirijo diariamente la mirada hacia el asfalto que palpita
debajo. Mis pupilas registran el discurrir de una vida que se desarrolla entre
un puente que es caja de recuerdos, de hechos que perviven en la memoria, y los
huertos de El Aljarafe sevillano. Quien alguna vez rozó el cielo sabe lo que
siente el afortunado que se adentra por vez primera en Triana. Que se empapa de
su gente, de su idiosincrasia, de ese aire de leyenda que impregna sus calles.
Tres ríos, Trajano, Historia en definitiva. Historia y Arte por los cuatro
costados.
Un castillo, una catedral, y el río… Dicen que huele a mar y a la arcilla con que los alfareros fabrican sus piezas. Pero los que la vivimos sabemos que también despierta el resto de los sentidos. Desde Triana se adquiere una singular perspectiva de Sevilla. Cantaban que Sevilla tiene un color especial y Triana tiene el sabor, el olor, el tacto. Todo en Triana es especial. Tiene la música que es el flamenco y tiene la voz, que es la de los artistas, los gitanos, los toreros, la de los intelectuales, los pregoneros, los escritores que la honran con devotas palabras. Tiene la fisonomía y también el color, el que le ponen las flores de los corrales de vecinos y el remolino que conforman los habitantes de su plaza de abastos.
Un castillo, una catedral, y el río… Dicen que huele a mar y a la arcilla con que los alfareros fabrican sus piezas. Pero los que la vivimos sabemos que también despierta el resto de los sentidos. Desde Triana se adquiere una singular perspectiva de Sevilla. Cantaban que Sevilla tiene un color especial y Triana tiene el sabor, el olor, el tacto. Todo en Triana es especial. Tiene la música que es el flamenco y tiene la voz, que es la de los artistas, los gitanos, los toreros, la de los intelectuales, los pregoneros, los escritores que la honran con devotas palabras. Tiene la fisonomía y también el color, el que le ponen las flores de los corrales de vecinos y el remolino que conforman los habitantes de su plaza de abastos.
Pero, sobre todo, tiene el corazón. Corazón que late al ritmo de su
gente. Corazón que vuela. Que se ensancha con cada sonrisa, con cada propuesta.
Así que ya lo sabes: si quieres contagiarte de alegría, de energía, de pasión...
Vente pa' Triana!
Así que ya lo sabes: si quieres contagiarte de alegría, de energía, de pasión...
Vente pa' Triana!
DONAIRE GALANTE dixit
Me encanta como has dibujado tu barrio, es una suerte vivir en un sitio especial y tener ese sentimiento vivo en Vallecas y creo que de lo único que me siento orgulloso es de su pasado el presente y el futuro no pueden ser más oscuros en un barrio igual que otros mil lleno de paro y sin esperanza
ResponderEliminarUn beso